En muchos momentos de nuestra labor educativa, como padres, familiares o profesores, nos sentimos al límite de nuestra capacidad. Los conflictos nos superan y nos frustra no tener la solución adecuada. Es en esos momentos cuando pensamos en hacer una escapada de fin de semana, desviamos nuestra atención a perdernos entre la información de las redes sociales, salimos a correr huyendo de los problemas o tomamos opciones más peligrosas como refugiarnos en el alcohol, tabaco u otras drogas. Desconectamos cuando lo que sucede es que hemos perdido la conexión con nosotros mismos ¡No sabemos que hacer y necesitamos una válvula de escape!
Podemos entonces pulsar este botón interior de ESC de manera efectiva, actuando como recordatorio de enfrentar la situación de manera consciente en lugar de tratar de evitarla infructuosamente.
Programa de mindfulness para adultos E·S·C·A·P·A del estrés
Enfoque. Recuerda que los conflictos y problemas pasan, pero tu identidad profunda de observador neutral permanece inalterable. Observa tus pensamientos como tan solo pensamientos y desidentifícate de ellos. Suéltalos, déjalos pasar. Observa el espacio vacío entre pensamientos.
Sintonía. Realizando una respiración más profunda vas calmando tus emociones. Desde el lugar del observador compasivo indagas en ellas y escuchas sus mensajes. Aprendes a sostenerlas sin evitarlas ni escapar. De esa manera también puedes entrar en sintonía con las emociones de las personas implicadas en la escena en conflicto.
Calma. Con una visión más clara, puedes sentir calma y confianza al sentirte parte del contexto en el que estás en este momento. ¿Qué lugar ocupas? ¿Qué necesita de ti esta escena? ¿Cómo se interconectan los eventos externos con los eventos internos (pensamientos, emociones y sensaciones)? Te abres a una comprensión más amplia de lo que sucede.
Amabilidad. En ese momento puedes tomar la intención clave de aportar más amabilidad a la escena, esté ocurriendo lo que ocurra. Aprendes a realizar prácticas para conseguir sacar la mejor versión de ti mismo, a pesar de las circunstancias.
Pausa. Una vez formulada la intención de actuar de manera amable, contemplas la pregunta más crucial que está en juego, y que te permite salir del atolladero. Una pausa de oro para escuchar tu corazón y encontrar una respuesta sabia, llena de convicción, confianza y certeza, a pesar de la inevitable incertidumbre.
Acción. Una vez ejecutada la acción, nos desapegamos de los resultados esperados, para poder ver y aceptar lo que en realidad ocurre, observar las consecuencias de nuestra acción, a pesar de nuestras mejores intenciones. Esto nos ajusta a la realidad y nos permite equivocarnos para ajustar de forma inteligente nuestra acción consciente, deshaciendo de esta forma los patrones automatizados.
Pulsando este botón de ESC, encontramos la única salida a los laberintos de la vida: aquella que se encuentra en nuestro interior.